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lunes, 14 de septiembre de 2020

Simón Bolívar y Canchunchú. Año 1816

 

    Las visitas del Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada a Carúpano han sido suficientemente documentados, mucho se ha escrito sobre la estadía del Libertador y de sus acciones, órdenes y liderazgo desde Güiria a Yaguaraparo, Irapa, Rio Caribe, Tunapuy, El Pilar, El Rincón, Cariaco, Casanay, Guarapiche, La Esmeralda, San José y Cariaquito, en pocas palabras prácticamente toda Paria.

     Dos visitas quedaron reflejadas en la historia de nuestra ciudad y de nuestro país.

La primera realizada del 3 al 4 de septiembre de 1814 permaneciendo hasta el día 8 cuando se embarca rumbo a Cartagena, había llegado junto con Mariño en el bergantín “Arrogante”.

    La segunda visita, a la cual se refieren las dos cartas que les comento, tuvieron lugar el 1 de junio de 1816 al regresar de Haití, después de haber pasado por Margarita, quedándose por 30 días organizando su ejército y partiendo finalmente, “… al corazón de Venezuela a terminar la guerra” el 2 de julio. En esta oportunidad el 2 de junio, al día siguiente de su arribo, fue cuando dio a conocer la proclama de la liberación de los esclavos, reiterando el planteamiento hecho en 1814 en concordancia con sus principios libertarios.

     Algunos historiadores afirman que el decreto de la libertad de los esclavos lo realizó Bolívar sobre un pequeño montículo donde en un tiempo estuvo ubicada la logia masónica, en este documento declaraba libre a todos los que empuñaran las armas contra la opresión española.  

    La situación del capitán Bolívar en este puerto nunca fue tranquila siempre se mantuvo alerta, el enemigo lo amenazaba desde Cumaná o Margarita, por tierra o mar aparte de todas las guerrillas y avanzadas que lo acosaban constantemente por todos los flancos.

    Referencia aparte, fue la situación adversa que enfrento en Carúpano arriba donde los españoles contaban con numerosos seguidores, los realistas se movían con comodidad por toda esa zona llegando a Canchunchú y trasladándose por caminos montañosos hasta lugares como Cariaquito y San José.

    A continuación comentemos las cartas:

  

"Carúpano, junio 28 de 1816.

Al Comandante Piñango.

Reservado.

Acabo de recibir el oficio de V. (usted) de esta fecha. Por las noticias que he tomado del posta creo que sólo en alguna pequeña partida que ha entrado a Canchunchú que sería muy conveniente atacar para destruirla o tomarle por lo menos algunos prisioneros que nos informen de la situación del enemigo. Marche V., pues, hacia allí, ocultando cuanto sea posible de su movimiento, para ver si logra sorprenderla esta noche.

Mañana, luego que haya V. descubierto el campo, o acabado de perseguir la partida enemiga, volverá a la posición que actualmente ocupa, y me dará parte del todo.

Los tiros que ha sentido V. por la espalda deben ser de una partida que destaqué esta mañana a Carúpano arriba a tomar víveres, y seguramente se están divirtiendo en matar a balazos los cerdos que han encontrados.

Dios, compañía. Simón Bolívar" ( p. 89)

     El destinatario de la misiva era el teniente coronel Francisco Piñango. Este militar había estado destacado en Güiria de donde regreso con los refuerzos llegados pocos días antes al cuartel general por órdenes de Simón Bolívar. Se equivocaba el Libertador, no era un sacrificio de los cerdos a balazos lo que ocurría, eran los enemigos que merodeaban muy de cerca. En la segunda epístola se nombra a la hoy populosa comunidad del sur de Carúpano y fue dirigida al comandante Teodoro Figueredo, que dice:

 

"Cuartel General de Carúpano, a 29 de junio de 1816.

Jefe Supremo de la Republica, Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada.

Al Comandante del Escuadrón de Caballería de la Guardia de Honor, Teodoro Figueredo.

Se me acaba de dar parte de que por Canchunchú se oye un tiroteo que se acerca más y más a este Cuartel General. Como V. (usted)  puede ser cortado si el enemigo viene por esta dirección, tendrá el mayor cuidado, y si continúa el fuego, o sabe V.  que el destacamento del Comandante Piñango se retira, lo hará V. también sin la menor dilación pero procurará traerse los caballos y cuanto le pertenezca.

Salud y libertad. Simón Bolívar ( p. 90).     

 

     En pocas palabras estos oficiales patriotas deberían retirarse hacia la comandancia en caso de verse seriamente amenazados lugar en donde se encontraba el Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada, nuestro héroe no había podido terminar de reunir su ejército ni tan poco conseguía unir a los pardos y criollos para la lucha por obtener la independencia.

 

 


Bibliografía

Salazar E. y Goméz I.: (1983): "1814 Bolívar en Carúpano 1816". Colegio Universitario de Carúpano.

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