Información previa al cuento galardonado.
He aquí parte de las bases y la convocatoria.
La Fundación Gabriel García Márquez, en concertación con el Ministerio de Cultura de Colombia y con apoyo de la Alcaldía Municipal de Pupiales, convoca el XV CONCURSO INTERNACIONAL DE CUENTO CIUDAD DE PUPIALES, 2020, que se regirá por los siguientes parámetros.
BASES DE LA CONVOCATORIA
1.- Pueden participar los escritores colombianos o extranjeros, independiente de su edad, con excepción de los ganadores y finalistas de la edición anterior, con un solo cuento, inédito, de temática libre escrito en lengua española, máximo 2 páginas, tamaño carta, interlineado de 1,5, fuente de 12 puntos, tipo de letra Arial o Times New Roma.
2.- Se establece un premio de seis millones de pesos colombianos y el Diploma de Honor “Gabriel García Márquez” de envío virtual para el primer puesto. Diploma de Honor “Guillermo Edmundo Chaves” de envío virtual para los diez trabajos que el jurado seleccione como finalistas.
Ahora el ganador y la mención a nuestro cuento.
PRIMER PUESTO:
(Diploma de Honor “Gabriel García Márquez” - $6.000.000 colombianos y Premio Mejor Escritor de Colombia – Colección de libros.) Cuento: Anaconda con dientes de ceniza. Autor: Claudia Vanessa Amador Escobar. Barranquilla, Colombia.
Entre los galardonados.
Cuento: Rebelión en el estudio. Autor: Moisés Arrocha González. Carúpano, Venezuela
Y aquí el galardonado cuento nuestro.
Rebelión en el estudio.
Muy temprano en la mañana estaban en la puerta del estudio las modelos y los aprendices a la espera del maestro, quien por costumbre nunca llegaba a la hora. Después, de un largo plantón apareció tembloroso con las llaves en las manos, pretendía darse un aire de pintor europeo, con una botella oculta en un bolsillo y en el otro un vaso. Su sombrero negro y levita gris, el tufo a licor inigualable, sus ojeras, sus ojos rojos, bigotes y barba blanca, con acento francés fingido. En un rincón de aquel escondrijo colgaba el abrigo y se tomaba un fuerte trago para invocar a los espíritus y despertar el óptico cerebral decía.
Todo era movimiento: las mujeres se desvestían y vestían, se sentaban, acostaban y paraban. El burro alquilado por unas horas, no se hallaba en su lugar y antes de amarrarlo junto a la ventana: voltio, patio y derramo variadas pinturas, creando la primera obra maestra del día.
Por fin todos estaban en sus lugares, sobre un banco, mesa, cama o en el piso y las modelos lograron descubrir sus espacios. Los artistas se colocaban sus batas, verdaderas obras maestras, mezclas únicas decoradas a base de colores tropicales y exuberantes, pobladas de fantasías grotescas, sucias y hediondas. Las miradas de aquellos jóvenes tardaban en reaccionar para comenzar con sus lienzos, algunos nunca habían visto una hembra desnuda y varias menos, senos hermosos o caídos hasta la cintura, caderas voluptuosas o desaparecidas, algunas muchachas tímidas y putas baratas las demás.
El maestro empieza entre trazos y tragos, pide concentración, hasta el burro dejo de espantar las moscas con su cola. En aquel cuchitril no había por donde caminar, solo después de desorganizarse y organizarse varias veces surgió un pequeño sendero lleno de luminosos rubores, un retorcido arcoíris con sonrojos impropios realizado con pies descalzos, pisadas de calzados ahuecados, frenazos y arrastradas huellas del noble borrico que ahora desde la ventana miraba y era mirado de la calle. Todos los transeúntes que pasaban por la callejuela señalaban la tronera del primer piso por dónde asomaba su cabezota y satírica sonrisa mostrando sus dientes de colores.
La colorida paleta del maestro desapareció y era ahora una garrafa llena de mares, estrellas muertas, cielos negros, océanos con torbellinos invertidos, navegantes sobre las quillas, trashumantes cartógrafos de sueños, argonautas que nos miran con desprecio, todo cambiaba con cada trago. Hoy la borrachera era más guapa, hermosa he insolente que la de ayer. Si por alguna extraña razón requería un nuevo color tenía al lado un bisoño pintor. Su paño para limpiarse las manos fue a dar al hocico del asno que ya se creía “Platero” masticando abundantes yerbas verdes tiernas y flores de patios insólitos que jamás había probado.
La gordinflona e impaciente modelo del maestro que no tenía dientes, estoicismo ni educación, se cansaba de una posición y posaba apoyada sobre una nalga y vuelta de nuevo encima de la otra, el artista se echaba otro trago y cambiaba de lugar, fruncía las cejas afilaba sus bigotes, pintarrajeados el izquierdo azul, el derecho verde, la chiva totalmente prismática. El pincel se le fue de las manos y se perdió en el jardín que era aquella pocilga con goteras, el afanado y ufanado beodo, desmayado por la borrachera fue cargado por la rechoncha mujer y colocado arriba de una mugrienta mesa, desnudo por fuera, sin su rara indumentaria, pero relleno de aguardiente por dentro. De almohada, una enorme piedra, los dedos entretejidos detrás de la nuca, las piernas y la cintura colocadas de una manera que le daban un aire afeminado.
Juana, de modelo, pasó a ser la artífice y el maestro a ser insólito arquetipo. Sin darse cuenta sacudió el pincel con restos de color negro sobre el lienzo, mientras todos miraban, el burro primero mostrando sus dientes y moviendo la cabeza de lado a lado no aprobaba el trabajo, los demás tanto aprendices, putas y modelos trataban de mirar unos por encima de los otros que estaban sorprendidos de la genialidad de la gorda por haber terminado la obra en pocos minutos. Las gotas de pintura habían caído en las nalgas del artista que ya no respiraba, daban un aire de originalidad nunca antes visto por quienes se encontraban en el estudio. De esa manera fue plasmado en el cuadro.
La novel pintora imagino a su original creación como ganadora del venidero concurso nacional para lo cual solo faltaba un título y la bautizo “El maestro muerto con garrapatas en el culo” todos aplaudieron y la autora estampo su nombre con un lema en el lienzo “Juana, la ballena con plumas mojadas”. Así, se conoce la obra en los mejores museos del mundo, hasta el sol de hoy.
Moisés Arrocha González CI 5864370 Carúpano 30-10-2020