La Av. Perimetral, un tajo urbanístico al viejo Carúpano. Año 1968

La construcción de nuevas vías y el mejoramiento de las que ya existían permitió la travesía de la Venezuela del siglo XIX, arruinada, aislada y atacada por la malaria y otras endemias, sin dejar de nombrar las guerras que como marejadas van y vienen, a la que, mediando los dineros generados por los hidrocarburos apartando los generados por la agricultura fundamentalmente cacao y café, se convirtió en una nación moderna, mejor comunicada, que iniciaba su proceso de desarrollo económico, en el siglo XX, dejando atrás los caminos de recuas. La Avenida Rómulo Gallegos, bautizada así en honor al insigne escritor venezolano cuyo nombre completo es Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire (1884-1969) autor de novelas como; Doña Barbará, Canaima, Pobre Negro, La Trepadora e innumerables cuentos como El Crepúsculo del Diablo y más conocida por los carupaneros como Avenida Perimetral, inaugurada en el año 1968 por el presidente Raúl Leoni Otero, masón y descendiente de corsos, de los cuales Carúpano tiene una huella profunda, constituyo un hachazo transformador de la vieja ciudad, modificando la vista de todo su litoral. Con una calzada de concreto (lugar por donde circulan los vehículos), secciono para el progreso las calles que venían o iban al mar, en Carúpano son todas. Llamativa por tener en medio y por sus aceras hermosos espacios arborizados y en su zona más concurrida que va desde la “Plaza Carnaval”, (luego se construyo la Concha Acústica) hasta “El Parque Miranda”, gigantes materos cubiertos de bellas y coloridas Trinitarias. Un largo barandal con robustos tubos de metal y asiento cubierto con piedras nos llevaban plácidamente hasta La Fuente que en las noches era un lugar resplandeciente con fuertes chorros de agua que elevaban por el aire iluminado con luces de colores que nos hacían soñar y no querer despegarnos de aquel recordado lugar. Desde la salida para Río Caribe y Macarapana en el lugar donde estuvo ubicada la estación de servicio “La Medalla de Oro” propiedad del señor Pablo Montaño y administrada por el señor Ali Cova, luego sustituida por un bar con el mismo nombre y finalmente un nuevo edificio en construcción. La avenida “El Carmen” y baja por calle Santa Teresa llamada “El Portachuelo” y continua por “Tío Pedro” llega hasta el Puerto uniéndose a la “Avenida Cartagena” en un tiempo también llamada Gómez. Esta poseía dos niveles uno alto cercano a las edificaciones importantes que se nombran en este escrito por donde transitaba “El Tranvía carupanero” rumbo al muelle y un nivel más bajo casi al nivel del mar. La Perimetral seccionó en dos la montaña que cobijaba La Sabaneta hoy nombrada como “Tío Pedro”, pasando cerca de donde se ubicaba “la Vega de los Morrinson”, apellido con historia en la ciudad, a esta propiedad se llegaba por la parte final de calle “Lourdes” una de las tantas calles ahora de una sola cuadra, la nueva vía baja por una leve pendiente girando suavemente por una semi curva donde aparece, tormentosa o cariñosa, la playa de “Tío Pedro” Su trazado permitió pasar por la esquina de calle “Los Confines”, también de una cuadra, con la intersección de “El Ciprés”, mutilando su llegada al mar, esta calle es de las pocas en la ciudad que permite ornato en el medio, anteriormente con árboles de “Uva de Playa” y que viene desde “La Marina”, otra callecita que llegaba hasta el muelle y que el progreso dividió en dos, dejando El Faro, guía de los marineros en el collado Guzmán Blanco, como una isla en tierra firme. Instituciones y edificios como; el Colegio Balmes en Tío Pedro que funcionaba en casa y terrenos de la familia Morrinson, que luego fue trasladado al lugar donde funciono al cuartel que llamaban “La Veterana”, famoso por el alzamiento de un teniente de apellido Plata en la época de Medina Angarita, el Liceo Tavera Acosta, la Aduana, la Planta Eléctrica, las oficinas y depósitos del Teleférico Minero y más adelante los del Tranvía que daba energía a los vagones de aquel trasporte cuando dejo de ser halado por animales y permitía un poco de alumbrado público y el de algunos hogares que podían pagar el servicio. Hoteles como El Victoria, distintas casas comerciales y el muelle cambiante con los años, todos estaban emplazados en el barrio portuario de Tío Pedro antes llamado “Sabaneta”. De niño fui testigo de dos hechos relacionados con la construcción de la “Avenida Perimetral”; uno la siembra de los árboles de “Almendrón”; un equipo mecánico con un taladro enorme abría un hueco en la tierra y de un camión bajaban un árbol de tamaño mediano y lo sembraban, más de cincuenta años después subsisten algunos. El otro hecho fue en “la vega” espacio plano entre el mar y “la Perimetral” donde hoy se ubica la Urbanización Tío Pedro y donde practicábamos pelota y elevábamos “voladores”. Después de una mañana de lluvia jugábamos, cuando en una pequeña quebrada observamos una calavera, un cráneo completamente blanco, el susto todavía lo llevo en mi corazón, en minutos un tumulto de personas se encontraban en el lugar explicando cualquier cosa; es un masón de los que fueron asesinados por aquí, es de la guerra de Independencia, no es un pirata de los que intentaron tomar la ciudad. Señalaba otra persona, es un muerto de la guerra Libertadora contra Cipriano Castro. No es que antes mataban a una persona y la enterraban al pie de un baúl con morocotas. Jamás supimos porque esa osamenta estaba en ese lugar ni de quien se trataba. Con el pasar de los años las calles y callejones cambiaron de nombre mutaron de la coloquialidad de sus nombres a los de una nueva realidad histórica, así por ejemplo: Calle la “Zanja” pasó denominarse calle “Acosta” (en homenaje al político y militar José Eusebio Acosta quien nació en Carúpano el 14 de agosto de 1824 y murió en Cumaná, el 25 de abril de 1882). Calle “Real” calle “Larga” y finalmente Independencia. El Parque Miranda fue antes “El Poblado”. Calle Libertad ya dejaría de ser “El Palito” y calle Carabobo no se conocería más como “Raviche” ni Miranda se denomino la “Calleja de Pueblo Nuevo” o “El Alacrán” y tampoco calle “Maturín” se nombro más y se convirtió en Dominici. Por el año 1937 “El Palito” llegaba hasta lo que es hoy El Fortín, más o menos para esa fecha abrieron la montaña y la calle llego como las demás hasta el mar, posteriormente fue rellenada toda la laguna de “El Poblado” que dio paso posteriormente a “El Parque Miranda” Muchas calles de Carúpano llevan nombres de batallas que contribuyeron a nuestra independencia así tenemos: Boyacá, Junín, Pichincha, Juncal, Carabobo, Araure e Independencia, Chimborazo. En honor al panamericanismo existen: Bolivia, Ecuador, Colombia, Panamá y Perú. Y para recordar personajes de nuestra historia: Acosta, Miranda, Dominici, Monagas, Mariño, Páez, Bolívar, San Martin ¿o es por San Martin de Porres? Con nombres religiosos, nuevamente la duda San Martin, también; Santa Rosa, El Calvario, San Félix, Las Mercedes, Santa Ana, Lourdes, Santa Teresa, El Carmen (o portachuelo), y con otros nombres por ejemplo: Las Flores (también denominadas las Doncellas o Úrica), Las Margaritas, Cayena, Guayacán, Quebrada Honda, El Viento, Güiria, La Planta, El Cautaro, El Tigre, El Ciprés, Los Confines, La Marina, Curacho. Y Avenidas como: Universitaria, Circunvalación Sur, Luis Mariana Rivera y la que finalmente nos condujo hasta aquí, La Av. Perimetral. Para la década de los 50 y mediados de los 60 la entrada a Carúpano se hacía desde Playa Grande (por la troncal 9), en la “ensenada” existían los depósitos de combustible de la empresa petrolera transnacional Creole Petroleum Corporation, serpenteaba la carretera dejando al lado izquierdo la Salina del Rey, después vertedero de basura por muchos años al lado del Matadero y frente a esa entrada la carretera salía hasta llegar “Barrio Campo Ajuro” entrando por calle Monagas, ya en ese lugar podían surtir de gasolina en la estación La Gran Parada, y seguir rumbo al centro, no existía el mercado Municipal que hoy conocemos, por aquellos años el mercado estaba en las canchas del Liceo Simón Rodríguez. La Av. Perimetral siguió su recorrido hasta el Yunque. Y la ampliación de la pista del aeropuerto elimino la entrada a Carúpano por calle Monagas. Con tantas calles seguro que mi memoria olvido transitar por alguna y ustedes me la recordaran y comentaran, muchas gracias, saludos.