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sábado, 20 de marzo de 2021

Soldados de Pancho Villa invaden Venezuela liderados por Rafael Simón Urbina en el vapor “Superior” (1931) (Primera parte)

 

Los documentos encontrados en la Cancillería venezolana así como en el Archivo Histórico “Genaro Estrada” de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México testimonian los hechos ocurridos en Coro entre los meses de octubre a diciembre de 1931 y los primeros meses de 1932, sirven, junto a otros datos bibliográficos y hemerográficos, para reconstruir lo más fielmente posible el episodio de la invasión del vapor “Superior”.

     El día 11 de octubre de 1931 venezolanos y mexicanos se enfrentan a Gómez, la información de los enfrentamientos se logra vía periódicos y más tarde por la intervención de la diplomacia Argentina.

     Rafael Simón Urbina, protagonista de esta reseña, arribo a la capital de México en 1930, donde conoció a Carlos León, abogado y profesor universitario de Boconó (Estado Táchira1868-1941) castrista y luego gomecista, preso en la Rotunda que a su vez les presenta a venezolanos exiliados allá y a funcionarios mexicanos que simpatizaban con los revolucionarios. R.S. Urbina llevaba a cabo su segunda invasión, la primera había sido por Curazao.

     Con donaciones de amigos de la causa logro sumar ahorros y alcanzo la cantidad de 6.000 pesos, con lo que pudo comprar 100 rifles embarcados, y rotulados como si fueran machetes, 6 ametralladoras Thompson, metidas en las maletas, y 30.000 cartuchos, rotuladas a manera hachas. Los participantes vendieron hasta partes de su ropa. Se le sumaron algunas amistades que estaban en regulares condiciones económicas. Ante la posibilidad de ser delatados no tuvieron mucho tiempo para preparar la expedición      

      Venezuela y México tenían rotas sus relaciones diplomáticas, a una compañía de comediantes mexicanos se les había prohibido el desembarco por el puerto de La Guaira, Gómez decía que eran unos espías, 10 años tuvieron que esperar para volver a la normalidad diplomática. La organización de la expedición, a pesar de las adversidades parecía ir viento en popa. Así fue como le escribió el 12 de junio de 1931, a su paisano adinerado, el Sr. Aranguren, maracucho propietario de concesiones petroleras en el Zulia obtenidas cuando Castro en 1907, residente en Londres, diciéndole que contaba con más de mil hombres en las serranías de Coro.

     Se suma más gente, el general Francisco Múgica natural de Michoacán, de gran figuración en los años venideros en su país, por intermedio de José Ángel Cano su amigo, colabora con otra parte del parque de guerra para la invasión, fue Múgica quien entusiasmo a un grupo importante de paisanos para que se unieran al viaje del vapor “Superior”. El cual partirá el 26 de septiembre a las 5 p.m, los 137 chicleros deben embarcar a las 2p.m, Chicleros se les dice a los campesinos cultivadores de ese fruto, así era como aparecerían inscritos para no levantar sospechas el resto de los pasajeros eran ocho venezolanos, dos italianos y un guatemalteco.

     Carlos León pasó a llamarse J. Rodríguez y Urbina como Carlos Martínez, con estos nombres falsos se realizaron los contratos relacionados con la expedición tratando de evitar ser delatados, a todos los reclutas se le efectuaron pruebas “para cerciorase del valor, conocimientos de artes de guerra y discreción”, connotados escritores afirman que muchos de ellos fueron soldados que combatieron al lado del legendario “Pancho Villa”.  

     El día 2 de octubre de 1931, ya navegando,  Urbina le explicó a  José Prevés que este sería el último almuerzo que harían de pie, la tripulación comía cómoda y abundantemente, tres pitazos eran la señal, desde ese momento los oficiales pasarían a ser, Carotti general y Silvio Maxtio comandante, el capitán Campos y el coronel Julio R. Hernández tomarían las máquinas, entretanto Cano quedaría en la proa y en la popa, Ojendis con un grupo de alzados. Entro al comedor donde bebían y comían acompañado de Arturo Mujica y le puso la pistola 45 en la cabeza al telegrafista y dijo –nadie se mueva-, se tocó el pito las veces señaladas y se apresaron a todos, incluyendo, al coronel Torres Guerra que había sido ayudante de Pancho Villa. Mientras que la marinería y el anterior capitán del “Superior” fueron encerrados en una de las bodegas. Ahora el barco tomaba rumbo a Venezuela. Un telegrama enviado por el presidente del estado Falcón a Juan Vicente Gómez decía: “Mañana los zamuros corianos comerán carne mexicana”.

Tomado de:

La crisis Diplomática entre Venezuela y México. Visión histórica 1920-1935. Mireya Sosa de León. Facultad de Humanidades y Educación UCV. Fondo Editorial Tropykos (2006)

Archivo Histórico “Genaro Estrada” de la Secretaria de Relaciones Exteriores de  México

 

 

 

 

 

sábado, 20 de febrero de 2021

EL FALKE. NO SOLO EXISTIO UNO, FUERON VARIOS (1902-1903)

 

 


Los barcos juegan en la historia de Venezuela, y en especial de nuestra ciudad, un papel olvidado por quienes la estudian. Muchos navíos nos visitaron y otros tantos surcaron nuestro litoral, valga recordar al almirante Cristóbal Colon con sus carabelas; “La Pinta”, “La Niña” y “La Santa María”. Al generalísimo Francisco de Miranda, con su goleta “Leander”, donde ondeo el primer tricolor venezolano, navegando por el cálido mar azul y quien después, embarcado, fue a dar a la cárcel de la Carraca (España). Inmortalizado por Arturo Michelena, en su conocida pintura, realizada en 1896, con motivo de cumplirse 80 años de su muerte.

     Los Caribes, habitantes hostiles, belicosos y celosos de su mar fueron excelentes navegantes y constructores de rápidas embarcaciones, dueños absolutos de estos lares, seguro pisaron las arenas de las playas carupaneras.

     El Libertador, Simón Bolívar, ilustre viajante marino a quien hospedamos aquí, en los años 1814 y 1816, atraco y zarpo para navegar por todo el mar de las Antillas en su afán para conseguir nuestra libertad. Pueden leer la entrada de este blog, EL GENERAL BOLÍVAR EN CARÚPANO. Sobrevivió comiendo pescado y plátano (1816). (Martes, 5 de enero de 2021)

    En barcos “negreros”, los esclavos fueron traídos a la fuerza de África. Los curas, la religión católica, el idioma y las costumbres españolas también navegaron.

    Conocidos piratas y corsarios, saquearon nuestros puertos y ciudades, inclusive nuestra capital, Santiago de León de Caracas, fue, visitada por Amyas Preston y su amigo Somers, asaltándola y quemándola, el 8 de junio de 1595. Otros asaltaron las minas de sal en Araya, importantísima para esa época y donde para protegerla, los españoles erigieron, “La Real Fortaleza de Santiago de Arroyo” o “Castillo de Araya” como mejor la conocemos. Fueron unas cuantas poblaciones las que recibieron la poco deseada visita de estos despiadados marineros.

     Desde jóvenes, hemos oído y leído, de un barco llamado Falke, El Falke, y muchos pensábamos que se trataba de una novela romántica o de una descabellada aventura de unos héroes contra un dictador asesino. Es posible que tenga algo de eso, en verdad fue un hecho histórico narrado brevemente líneas más abajo. El propósito de este artículo es explicar la existencia de otros buques con ese mismo nombre.

       El Falke, su nombre, sin duda nos conduce irremediablemente, a uno de los tantos barcos llenos de sueños y soñadores, nos daba la idea que por la vía del mar encontraríamos el camino para sacarnos de encima, una de las tantas dictaduras, en este caso, la de Juan Vicente Gómez, que había sustituido a José Cipriano Castro Ruiz, ambos andinos y compadres.

     Años más adelante, las grandes potencias de la época, Inglaterra, Italia y Alemania fundamentalmente, llevaron a cabo un bloqueo naval a Venezuela, que incluyo nuestro puerto, bajo el gobierno de Cipriano Castro, a finales de 1902 y principios de 1903. Con el pretexto o razón de deudas económicas adquiridas con empresas de esos países que tenían actividades comerciales aquí.

     La revolución Libertadora (1901-1903), en la que Carúpano participo de manera protagónica, como puerto y sitio de hospedaje, de ambos bandos, en oportunidades con el gobierno y otras en contra.  A favor de C. Castro o aupando los alzamientos dirigidos por Manuel Antonio Matos, acompañado entre otros ciudadanos como, Nicolás Rolando, Santos y Aníbal Dominici, los hermanos Ducharne. Quienes desembarcaron por la población pesquera, La Esmeralda, después de pasear por nuestro horizonte en el navío Ban Righ, luego bautizado, Libertador.

     Uno de nuestros Falke (traducido del alemán significa halcón), luego rebautizado como General Anzoátegui, fue protagonista al invadir por Cumana, en este caso se trata del barco cuya incursión comandaba el General Román Delgado Chalbaud, Pedro Elías Aristiguieta, José Rafael Pocaterra y otros, en agosto de 1929, para intentar sacar al dictador Juan Vicente Gómez. Al fracasar la invasión y huir, fue nombrado nuevamente Falke, viajo rumbo a Granada, para abastecerse de carbón y después de manera desaventurada, navego hasta Trinidad.

     En el año 1942, parte importante de la flota naval aliada, patrullaba el mar Caribe en busca de submarinos alemanes que habían hundido varios petroleros nuestros, durante su travesía con destino a la refinería petrolera de Aruba. Aviones de reconocimiento, embarcaciones de todo tamaño y forma, se pasearon frente a nuestro horizonte. En esa época, Venezuela exportaba del Estado Monagas, por Caripito, petróleo, surcando el Rio San Juan por el golfo de Paria, además del importante suministro que se extraía del lago de Maracaibo, rumbo a la refinería de Aruba.

    De navíos, aduanas, consulados y todo lo que tiene que ver con actividades navieras Carúpano tiene historia.

    Cuando, el carupanazo, la armada del gobierno, presidido por Rómulo Betancourt, se ubicó en nuestro litoral, los días 4 y el 5 de mayo de 1962, enviándonos los destructores; Nueva Esparta y General Morán además de los transportes de tropas; Los Monjes (T 13) y Los Roques (T 14), con infantes de marina a bordo, exigiendo el rendimiento de los civiles y militares alzados.

     También, cuando el bloqueo contra Cuba, por la crisis de los misiles, a Venezuela le fue asignada la protección de una franja del mar Caribe, desde el Estado Sucre hasta Granada.

     Veamos, en el rastreo documental, encontré todos estos barcos con el nombre de “Falke”, he aquí, algunos datos ordenados cronológicamente: Falke botado en 1857 y cedido a V. Lohmann Hull en 1864, después rebautizado como Herald, con un tonelaje de 568. Falke de 1866 vendido en 1892 a propietarios de Hamburgo de 663 toneladas. Otro en1894, en Bremen, al servicio del Reino Unido en 1897 y transferido luego a Argo SS Co. con 1.082 Tn. de desplazamiento y otro en 1909, de 997 Tn., adquirido en 1925 por Roland Line, Bremen y luego en 1933 a Argo Line.

     Es de particular interés enfatizar en este otro Falke, Alemán, vinculado a la explotación de asfalto en los Estados Sucre y Monagas. En 1900 se funda en círculos financistas de Hamburgo (Alemania), la “Orinoco Asphalt Gesellschaft”, fungiendo como Director General, el geólogo, Dr. Alfred Scharffenorth, el nombrado ciudadano fue también, en 1891, representante de la empresa New York & Bermúdez, para explotar 3.000 hectáreas y extraer asfalto en Pedernales, Pesquero e Isla de Plata.

     Ya, en el primer año, la compañía producía 30 toneladas diarias de asfalto, que vía Trinidad, salía para Europa. Al poco tiempo, las turbulencias políticas, generadas por la revolución Libertadora, ponen en peligro el negocio, por lo cual el Director General de la sociedad, pide protección naval al representante del gobierno germano en Caracas, en pleno apogeo del bloqueo marítimo Anglo-Alemán en Venezuela.

     Después de esta solicitud aparecen; en abril de 1902, el SMS Falke, el 20 de junio, asoma el crucero SMS Gazelle y el 20 de octubre, el SMS Panther. En el SMS Gazelle, ayudaron a evacuar a ciudadanos franceses y al personal alemán de las minas de azufre (administrativos y técnicos), que laboraban en la explotación, trasporte, por el teleférico, y exportación por un muelle construido para su envío por la propia compañía, llevándolos a Saint Thomas en las Islas Vírgenes Holandesas.

     Este Falke, tenía al mando a Friedrich Musculus (1862- 1942), quien fue su capitán, desde octubre de 1901, hasta octubre de 1903, oficial naval profesional, que alcanzó años después, el grado de contralmirante, esta nave era un crucero ligero, que estuvo activo en la marina de guerra alemana, hasta 1913. Se reporta que en marzo de 1902 ancló en Puerto España, Trinidad y posteriormente en el Delta del Orinoco.

     El Falke, el de los socios de Matos, se encontraba en Puerto España, Trinidad, a principios de marzo de 1902, el capitán del crucero, dice que por casualidad conoció y conversó brevemente, con el General Manuel Antonio, recordemos que Matos estudio en Alemania, hablaba el idioma y simpatizaba con el gobierno alemán, ¿el encuentro fue casual? ¿el comandante Musculus, tenía alguna orden de la administración imperial alemán para conversar con Matos? ¿de qué hablaron aquellos personajes importantes?

     Este buque, fue botado en abril de 1891. Construido para el servicio en el extranjero, estaba equipado con ocho cañones de 10,5 centímetros y se podía desplazar a una velocidad máxima de 15,5 nudos. Se le asignó a la estación americana (Mar Caribe), y al año siguiente, participó ayudando a cumplir el bloqueo anglo-alemán, entre 1902 y 1903, de la costa venezolana. El Falke de la invasión por Cumana en agosto de 1929, no poseía equipamiento militar, era un barco carguero, entonces no hablamos de la misma embarcación.

     El Falke, de Román Delgado Chalbaud, fue construido en Inglaterra, con el nombre de Swift y luego fue bautizado sucesivamente como, Selby Abbey (1909), Triton (1914), Falke (1927), Ilse Vormauer (1929). Con esta designación, el barco participo por segunda vez en una invasión, el 17 de agosto de 1931, intentada por el puerto cubano de Gibara, para derrocar al Gobierno de Gerardo Machado, y llevada a cabo, por revolucionarios dirigidos por Emilio Laurent, la incursión fue un fracaso. Finalmente el desafortunado navío se rebautizó como; Yunque (1933) y posteriormente como Colombia (1937).

    Desde comienzos del siglo XX, la presencia naval alemana en el mar Caribe era una realidad; con cañoneros como el Panther, cruceros entre ellos, el Gazelle y el Falke, flamearon la bandera imperial germana en puertos de las Antillas y Sur América. Pedernales fue uno de esos lugares.

    Un último Falke, un torpedero, fue botado en noviembre de 1926 y entro en servicio a mediados de 1928, participando en la conflagración civil española y luego en la segunda guerra mundial en las costas de Noruega como acompañante de acorazados.

 

    Saludos, gracias por seguirme.

 

 

 

Algunas notas orientadoras

Tiempo y Espacio vol.23 no.59 Caracas jul. 2013. Un informe de inteligencia naval Alemán sobre asfalto y petróleo en el Delta del Orinoco, 1902 Domingo Irwin

Centro de Investigaciones Históricas “Mario Briceño Iragorry”. UPEL-IPC. Caracas, Venezuela

Tiempo y Espacio vol.25 no.64 Caracas dic. 2015. LOS DESTRUCTORES CLASE NUEVA ESPARTA. ACERCAMIENTO A SU HISTORIA OPERACIONAL. José Gregorio Maita Ruiz


martes, 5 de enero de 2021

EL GENERAL BOLÍVAR EN CARÚPANO Sobrevivió comiendo pescado y plátano (1816)


 Del libertador se ha escrito mucho pero no  se ha leído tanto, sus batallas, amoríos y desvaríos, triunfos y dificultades, sus viajes.

 De su manera de alimentarse no se sabe mucho, según el general Luís Perú de Lacroix, que escribió sus experiencias de vida al lado de Simón Bolívar en el “Diario de Bucaramanga”, señala que prefería comer arepa al pan de trigo y las legumbres a la carne, comía muy pocos dulces pero si muchas frutas. Aclaremos, esto cuando tenía para escoger que alimentos consumir, por cierto, dicen que era amante de acompañarlos siempre con ají. Por otra parte su edecán Daniel Florencio O’Leary, señalaba que al libertador le gustaba preparar sus propias ensaladas.

En nuestra la ciudad la situación del tema alimentario no fue la mejor. Existen documentos epistolares de cuando nos visitó en 1814 y en 1816 relacionados con los problemas para abastecerse de comida, veamos.

Cuando en su momento el General Piar le solicitaba alimentos, el Libertador Bolívar responde desde Carúpano el 12 de junio de 1816, señor General: “En cuanto a víveres, aquí perecemos; y así no puedo mandarlos para la guarnición de Río Caribe” (p. 21) Se preparaba en esa fecha una expedición rumbo a Güiria.

Y al Coronel Soublette le escribe, cuatro días después, el 16 de junio de 1816:

"La gran guardia que al mando del Comandante Alcántara está apostada sobre San José, no tiene absolutamente nada qué comer, haga V.S. que inmediatamente le vaya un cajón de sardinas y room (ron). También necesitan el mismo destacamento 8 fusiles, 8 lanzas y una docena de piedras de chispa que deben irse cuanto antes. Dios y &" (p. 39)

Algunos historiadores señalan que uno de los aspectos más importantes de Simón Bolívar era su preocupación por su ejército, sobre todo en lo que respecta a la alimentación, lo cual constituía un verdadero problema en esa época porque había poca gente trabajando el campo o pescando puesto que casi todos los hombres estaban ocupados haciendo la guerra para un bando u otro.

En relación con las bebidas alcohólicas, muchos pueden pensar que no se ingería licor, pues no es así, leamos este fragmento.

El 18 de junio de 1816 desde el Cuartel General de Carúpano, le escribió al Comandante Militar de Rio Caribe:

 “Si hubiere algunas tablas o viguetas en el pueblo, hará V, traer en las mismas piraguas todas las que se puedan y enviara al mismo tiempo todo el room (ron) que haya quedado, pues según me han informado  solo han venido dos bocoyes (barriles grandes) cuando estoy entendido que eran cinco o seis los que habían” (p. 45)

La situación alimentaria de los patriotas era muy precaria, literalmente estaban pasando hambre, en la misma fecha de la anterior misiva y dirigida al Gobernador del Cuartel General (no señala el nombre) se puede leer:

“Incluyo a V.S. la adjunta lista de pescadores que están empleados en el servicio para que los haga solicitar y poner a disposición del encargado de la pesca, ciudadano Villeret. Es de urgente necesidad este paso pues no tenemos que comer hoy y no hay los pescadores necesarios para proveernos de todas las raciones que se consumen. Dios y &” (p. 45)

El ejército libertador y sus oficiales vivieron días aciagos aquí en Carúpano, al parecer no solamente por los peligros que una guerra representa, puesto que ya lo sabemos sino que alimentarse era todo un verdadero problema, es bueno saberlo porque muchos pensábamos que los militares y el General Bolívar comían manjares y tomaban vino a diario.  Ese mes de junio fue para nuestros ilustres visitantes una verdadera odisea, el 21 del mismo mes y año, escribía al Comisionado de Playa Grande:

“Se me ha informado que ayer no ha mandado V. sino veinticinco pescados, como único producto de la pesca que se hace ahí. Es bien extraño que teniendo V.  tantos hombres empleados en este solo servicio, y siendo tan abundante el pescado es esta costa, venga un número de raciones incapaz de aliviar en nada nuestras provisiones de víveres. Si en adelante continua V. con la misma omisión me veré forzado a librar providencias coercitivas las más fuertes, cuyo peso recaerá principalmente sobre V.” (p. 55)

Bolívar se enteró después que la escaza pesca se debió a que los responsables de hacerla se replegaron a sitios seguros porque se acercaban los realistas por la vía de Cariaquito por lo cual se disculpó luego con el comisionado. Vemos aquí que estaba dispuesto a mantener su autoridad sobre todo en las cosas que pueden parecer sencillas, además demuestra que debía ser el administrador de un ejército en serias dificultades logísticas pero que esperaba refuerzos  de un momento a otro lo que requeriría más raciones de pescado. No eran los productos del mar solamente el tipo de  comida que le preocupaba.

También solicitaba que le proporcionaran plátanos, como podemos leer en esta última cita, de una carta fechada en Carúpano el 30 de junio de 1816 y dirigida al Comandante Figueredo:

“Haga V. que todos los soldados de su cuerpo corten cuantos plátanos puedan cargar ellos y sus caballos; concluida que sea esta fatiga se retirara V. hasta este Cuartel General trayendo los caballos y los hombres cargados con las provisiones que he dicho. Salud y libertad” (p. 95)    

Se marcha de Carúpano el General Bolívar, evacua con su ejército nuestro puerto, atrás quedan los hechos, el decreto de libertad de los esclavos. En la playa las anécdotas, en  Carúpano Arriba le negaron un vaso de agua y en un tamarindo amarro su hermoso caballo blanco.

¿Cuál sería el último pensamiento del libertador sobre nuestra ciudad?

Carúpano: 5 de enero de 2021. Moisés Arrocha González


 

El marco referencial usado fue el texto titulado " 1814  Bolívar en Carúpano 1816 " publicado por el Colegio Universitario de Carúpano  en el año 1983 con una selección y estudio realizado por nuestros colegas los docentes: Euclides Salazar e Iván Gómez.



Los órganos armónicos extraviados, Iglesia Santa Rosa de Lima Carúpano (Años: 1865, 1879 y 1903)

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