La casa donde vivió el general Juan Bautista Arismendi en Carúpano, entre los años 1821 y 1826, se cae a pedazos sosteniendo estoicamente su pasado glorioso, ubicada en la Av. Independencia número siete (7), al lado de los depósitos del tranvía, muy cercana a la playa del puerto y a media cuadra de la iglesia Santa Rosa. El casco antiguo de nuestra ciudad está ordenado a la vieja usanza española organizada en manzanas cuadriculares; la mayoría de las viviendas son hermanadas con jardines contiguos para permitir la luz y ventilación de los ambientes. Gracias a los antiguos maestros de obras o albañiles las casas conservan el mismo retiro de frente con sus aleros sobresalientes y frentes perfectamente alineadas. Esta casa que yo pude visitar varias veces era una de las más bellas de la Calle Larga, por dentro mucha decoración en madera, incluyendo el piso superior y la tabiquería que separaba la sala de los cuartos, las puertas y ventanas hermosamente adornadas con celosías en madera de cedro. En algunos momentos antes de derrumbarse se podían mirar algunas armazones con horcones enterrados, entrelazados con cañas y recubiertos de barro esta era la manera tradicional de las construcciones de esa época, por otro lado podía observarse también dentro de ella algunas estructuras con pilares de madera peregrinamente labrados y rellenos de ladrillos de adobe entre cada soporte, imaginamos que una edificación con tanta historia debió ser modificada al pasar los años por sus diversos propietarios después de que la ocupara el general Arismendi seguramente con algunos parientes, soldados, sirvientes o huéspedes. En relación con sus pisos algunas partes eran de cemento pulido, madera y algunas con mosaicos y baldosas. Los carpinteros de ribera canarios y margariteños eran los expertos en el montaje de los techos que se sostenían con vigas de mangle y armazones de caña brava recubiertas con barro y sobre esto las tejas. Años después un considerable número de casas incluyendo la número siete de la calle Real fueron sustituidas con techos de hierro galvanizado, denominado impropiamente “de cinc”; con las personas que pude conversar sobre este novelesco tema no recuerdan a ver visto en su techo con mansardas (ventana dispuesta sobre el tejado de una casa para iluminar y ventilar su desván en la fachada de un edificio, cubiertos por un techo de tejas muy inclinado, dando por resultado un elemento ornamental) para enfriar el aire atrapado entre el techo y el cielorraso. Los altos techos dejaban correr sus aguas directo a la calle, recogidas por unas canales de latón rematadas con unas gárgolas que alejaban su caída de las paredes, sus sombras en las noches oscuras o poco alumbradas por un algún farol creaban sombras fantasmagóricas En algunas partes la estructura del techo era visible pudiéndose observar las tablas de madera que constituían el piso superior, donde generalmente residía la familia; con una amplia sala y cuartos de generoso tamaño, ventanas de romanilla y hojas dobles y una enorme puerta que conducían a un fresco y decorado balcón que desde su lado derecho permitía ver el mar Caribe. La planta baja se usaba comúnmente para ejercer algún tipo de comercio. El último uso que se le dio a esta importante casa fue la de un hotel. No puedo afirmar la existencia de un aljibe pero las mejores casa tenían uno esta no debía ser la excepción, el agua de su patio drenaba hacia las calles por un albañal que en tiempos de lluvia se convertían en verdaderos barriales. Como hecho curioso esta residencia en su planta baja no tenía ventanas por el contrario poseía tres portones (o puertas grandes), sin embargo las viviendas vecinas construidas después tienen todas las puertas y ventanas. En las “Memorias escritas por disposición del General Guzmán Blanco. Ilustre Americano, Regenerador y Presidente de los Estados Unidos de Venezuela y presentada al Ministro de Hacienda por la Comisión de Bienes Nacionales (30 de enero 1877)” se señala que le fueron asignadas al General Arismendi:
“136 fanegas de tierra (La fanega mide volumen pero también extensión. Así, una fanega de terreno serían unos 6560 metros cuadrados) que se le habían adjudicado anteriormente en El Pilar y Cariaquito, Cantón de Carúpano… una casa en Juan Griego…una en Villa del Norte…una en la Guaira”
Pero en ninguna parte indica que la comentada casona fuera de su propiedad. Por el año de 1820 el caudillo patriota es nombrado Gobernador y Comandante General de Margarita, cargo que por voluntad propia abandonó en 1821 cuando un grupo de Oficiales se negaron a cooperar con tropas para el gran Ejército de Oriente que debía marchar hasta Caracas. En 1826 se desempeñaba como Comandante de Departamento Orinoco, que correspondía al Oriente del País. Al parecer existió una paz relativa entre 1821 y 1826 tiempo en el que vivió en Carúpano. En relación con Luisa Cáceres de Arismendi muchos historiadores señalan que al regresar de Filadelfia luego de escapar de Cádiz en España se residencio en Caracas donde murió el dos de junio de 1866, de ser cierto esto la heroína no vivió en Carúpano. Y en las “Memorias del General O’Leary. Publicadas por su hijo Simón B. O’Leary. Por orden del Gobierno de Venezuela y bajo los auspicios su Presidente General Guzmán Blanco. Ilustre Americano, Regenerador de la Republica”. Tomo II. Correspondencias De Hombres Notables Con El Libertador. Caracas “Imprenta de la Gaceta Oficial” 1880. Señala:
“Barcelona junio 8 de 1826 A.S. E, el Libertador Presidente Simón Bolívar Mi querido general. Acontecimientos que omito detallar a Ud. Por considerarlo perfectamente orientado, me hicieron salir rápidamente de Carúpano, a pesar de mis achaques, a pasar a la isla de Margarita para uniformar la opinión general en aquellos habitantes a favor del gobierno y presentarme al general Bermúdez Comandante General de este Departamento para que me emplease en lo que fuera de su agrado, en circunstancias de hallarme preparado para trasladar mi familia a Caracas, usando la licencia que me dio el gobierno, en razón de mis males para fijar mi residencia donde tuviera a bien… su verdadero amigo Juan Bautista Arismendi”
Y hasta aquí esta breve crónica de nuestra historia local. Gracias por todo.
Referencias “Memorias del General O’Leary. Publicadas por su hijo Simón B. O’Leary. Por orden del Gobierno de Venezuela y bajo los auspicios su Presidente General Guzmán Blanco. Ilustre Americano, Regenerador de la Republica”. Tomo II. Correspondencias De Hombres Notables Con El Libertador. Caracas “Imprenta de la Gaceta Oficial” 1880. https://books.google.co.ve/books?id=nN4kAAAAYAAJ&pg=PA179&dq=casa+adjudicada+a+Juan+Bautista+Arismendi+Carupano&hl=es-419&sa=X&ved=2ahUKEwi_y_ikgN32AhV_RDABHXWuAr4Q6AF6BAgBEAE#v=onepage&q=casa%20adjudicada%20a%20Juan%20Bautista%20Arismendi%20Carupano&f=false
Datos curiosos: procreo 19 hijos (7 con Doña María del Rosario Irala “Asuntina” y 12 con María Luisa Cáceres). Fue un frecuente apostador, cosa que le reclamaba Asuntina una vez gano una fortuna y la puso a la orden de ella y la rechazo a pesar de ser tentadora. Después fue empresario pesquero hasta dedicarse a la causa de la patria. Los ajusticiamientos: Los prisioneros ajusticiados en Caracas y La Guaira en febrero de 1814, fueron por, órdenes expresas del Libertador Simón Bolívar y no obra del Gral. Juan Bautista Arismendi, como mal intencionadamente se le ha tratado de atribuir. Al efecto, véanse las siguientes partes:
"Parte de guerra número 116. En obedecimiento a orden expresa de S.E General Libertador para que sea decapitados todos los presos españoles y canarios encerrados en las bóvedas de este puerto, se ha comenzado la ejecución, pasándose por las armas esta noche cientos de ellos. Y lo comunico a V. S. para su inteligencia. Dios, &c. Guayra 13 de febrero de 1814. 4.° y 2.° -Leandro Palacio. —C. comandante general de la provincia. (Publicado en La Gaceta de Caracas. 2 de mayo de 1815)
Saludos gracias por leerme. Moisés Arrocha González
