Los documentos encontrados en la Cancillería venezolana así como en el Archivo Histórico “Genaro Estrada” de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México testimonian los hechos ocurridos en Coro entre los meses de octubre a diciembre de 1931 y los primeros meses de 1932, sirven, junto a otros datos bibliográficos y hemerográficos, para reconstruir lo más fielmente posible el episodio de la invasión del vapor “Superior”.
El día 11 de octubre de 1931 venezolanos y mexicanos se enfrentan a Gómez, la información de los enfrentamientos se logra vía periódicos y más tarde por la intervención de la diplomacia Argentina.
Rafael Simón Urbina, protagonista de esta reseña, arribo a la capital de México en 1930, donde conoció a Carlos León, abogado y profesor universitario de Boconó (Estado Táchira1868-1941) castrista y luego gomecista, preso en la Rotunda que a su vez les presenta a venezolanos exiliados allá y a funcionarios mexicanos que simpatizaban con los revolucionarios. R.S. Urbina llevaba a cabo su segunda invasión, la primera había sido por Curazao.
Con donaciones de amigos de la causa logro sumar ahorros y alcanzo la cantidad de 6.000 pesos, con lo que pudo comprar 100 rifles embarcados, y rotulados como si fueran machetes, 6 ametralladoras Thompson, metidas en las maletas, y 30.000 cartuchos, rotuladas a manera hachas. Los participantes vendieron hasta partes de su ropa. Se le sumaron algunas amistades que estaban en regulares condiciones económicas. Ante la posibilidad de ser delatados no tuvieron mucho tiempo para preparar la expedición
Venezuela y México tenían rotas sus relaciones diplomáticas, a una compañía de comediantes mexicanos se les había prohibido el desembarco por el puerto de La Guaira, Gómez decía que eran unos espías, 10 años tuvieron que esperar para volver a la normalidad diplomática. La organización de la expedición, a pesar de las adversidades parecía ir viento en popa. Así fue como le escribió el 12 de junio de 1931, a su paisano adinerado, el Sr. Aranguren, maracucho propietario de concesiones petroleras en el Zulia obtenidas cuando Castro en 1907, residente en Londres, diciéndole que contaba con más de mil hombres en las serranías de Coro.
Se suma más gente, el general Francisco Múgica natural de Michoacán, de gran figuración en los años venideros en su país, por intermedio de José Ángel Cano su amigo, colabora con otra parte del parque de guerra para la invasión, fue Múgica quien entusiasmo a un grupo importante de paisanos para que se unieran al viaje del vapor “Superior”. El cual partirá el 26 de septiembre a las 5 p.m, los 137 chicleros deben embarcar a las 2p.m, Chicleros se les dice a los campesinos cultivadores de ese fruto, así era como aparecerían inscritos para no levantar sospechas el resto de los pasajeros eran ocho venezolanos, dos italianos y un guatemalteco.
Carlos León pasó a llamarse J. Rodríguez y Urbina como Carlos Martínez, con estos nombres falsos se realizaron los contratos relacionados con la expedición tratando de evitar ser delatados, a todos los reclutas se le efectuaron pruebas “para cerciorase del valor, conocimientos de artes de guerra y discreción”, connotados escritores afirman que muchos de ellos fueron soldados que combatieron al lado del legendario “Pancho Villa”.
El día 2 de octubre de 1931, ya navegando, Urbina le explicó a José Prevés que este sería el último almuerzo que harían de pie, la tripulación comía cómoda y abundantemente, tres pitazos eran la señal, desde ese momento los oficiales pasarían a ser, Carotti general y Silvio Maxtio comandante, el capitán Campos y el coronel Julio R. Hernández tomarían las máquinas, entretanto Cano quedaría en la proa y en la popa, Ojendis con un grupo de alzados. Entro al comedor donde bebían y comían acompañado de Arturo Mujica y le puso la pistola 45 en la cabeza al telegrafista y dijo –nadie se mueva-, se tocó el pito las veces señaladas y se apresaron a todos, incluyendo, al coronel Torres Guerra que había sido ayudante de Pancho Villa. Mientras que la marinería y el anterior capitán del “Superior” fueron encerrados en una de las bodegas. Ahora el barco tomaba rumbo a Venezuela. Un telegrama enviado por el presidente del estado Falcón a Juan Vicente Gómez decía: “Mañana los zamuros corianos comerán carne mexicana”.
Tomado de:
La crisis Diplomática entre Venezuela y México. Visión histórica 1920-1935. Mireya Sosa de León. Facultad de Humanidades y Educación UCV. Fondo Editorial Tropykos (2006)
Archivo Histórico “Genaro Estrada” de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México