La historia del Tranvía de nuestra ciudad y sus fotografías son bastante conocidas y publicitadas, pero otros hechos importantes, notables o curiosas son poco conocidos y es de eso es de lo que trata esta entrada, veamos.
Escribió Pedro Vicente Silva Morandi, a pedido de la comisión encargada de celebrar los trescientos años de la fundación de nuestra ciudad que presidia los ilustres ciudadanos José Luis Salcedo Bastardo, Pedro García Lopenza y Luis R. Mata Riquezis un artículo que se publicó en el año 1947 para tal efecto y que fue titulado “Páginas Rememorativas: a Carúpano, en su tricentenario”.
Era el señor Pedro Vicente un carupanero de los tantos que se marcharon a vivir a la capital, un gran lector, dedicado al comercio en Caracas trabajando primero en el Automóvil Universal y luego en el Almacén Americano.
El texto pertenece a la obra “Carúpano. Edición Conmemorativa del Tricentenario” dicho ejemplar fue publicado en el año 1947 a tal efecto y es de donde tome el párrafo (pág. 91) que a continuación leeremos para nuestro conocimiento y comentarios:
“… calles donde los muchachos jugábamos confiados, sin miedo a los vehículos veloces de ahora, porque no los había, vehículos que, si bien tragan leguas, también tragan vidas, sino que solo había los carros de carga, de pesada marcha y de tracción de sangre y después el Tranvía del mismo sistema, circulando únicamente por la calle Larga, el cual, sin embargo, cuando marchaba rápido, ocasionaba algunos fatales accidentes, entre los que recordamos el ocasionado a la entonces muy niñita Julia Elena Capdeviela (hoy señora de Peña) y a Manuel Catalino Rodríguez; calles por donde corrían abundantes quebradas de aguas turbias cuando llovía fuerte…” (pág. 91)
En muchas oportunidades me pregunte ¿Jamás ocurrió un accidente en el Tranvía? ¿Se descarrilo alguna vez? ¿No se llevó por delante a nadie? Es una verdadera lástima que el señor Silva Morandi no explique más detalles de aquellos accidentes. En las fotografías que conocemos vemos los vagones que marchan atestados de personas o cargadas de sacos, presumiblemente conteniendo productos agrícolas como café y cacao fundamentalmente, aunque en la ciudad también se fabricaban; velas, jabones, talabartería (sombreros, correajes, implementos para las bestias usadas en el transporte y carga) y por supuesto nuestros históricos rones, es fácil pensar que podía ocurrir un accidente.
Pero además de ser un útil medio de transporte y que nosotros recordamos románticamente fue también protagonista de muchos hechos históricos. Les describo algunos.
El corso Pieri Dominique compro la compañía en subasta pública el día 8 de mayo de 1891 al liquidador de la empresa “Tranvías de Carúpano” y hasta marzo de 1895 exploto la concesión sin problemas cuando se le ocurrió la idea de ampliarla construyendo un ramal para el transporte de mercancía que pasaría por el frente de la aduana, este hecho se convertiría en un auténtico problema para Pieri, la ciudad y su Tranvía.
El Concejo Municipal decreto quitar los rieles que Pieri había ordenado colocar sin permiso, aprovechando la ausencia del administrador de la aduana que se encontraba en Caracas pero al regresar ordeno la paralización de la obra porque de acuerdo a sus argumentos obstaculizaban sus labores.
En definitiva se nombró una comisión de topógrafos para decidir si estorbaban o no los rieles, por lo cual Pieri aprovecho de pedir que revisaran toda la línea del Tranvía para corregir las fallas que existían según él desde El Mangle hasta la Avenida Cartagena.
Definitivamente la comisión confirmo que estorbaban y que había que retirar los rieles, pero si la compañía quería podía intentarlo por otro lugar previo consentimiento de las autoridades.
Pues la reacción de Monsieur Pieri no fue la acertada, en vez de recurrir a los tribunales y plantear una demanda legal, actuó de manera equivocada y dejándose llevar por un amigo suyo de apellido Nasinca, les cuento.
En el mismo sitio de los depósitos del Tranvía tenia Pieri una imprenta que funcionaba dirigida por el señor Nasinca y en ese lugar editaron una hoja suelta titulada, “Al público y a la Justicia” atacando al Concejo Municipal y al administrador de la aduana, pueden ustedes imaginarse el “zaperoco “ que se formó además de reproducir dicha página fundaron también un periódico propiedad de Pieri y con el mismo Nasinca como editor, llamado “El Eco de Oriente”, que fue el primero y último ejemplar que se publicó, todo ocurría en el mes de junio de 1895.
Dos días después de salir el primer número un tumulto de carupaneros indignados ingresaron a la imprenta cayendo a golpes al autor y lanzando a la calle los materiales y equipos del periódico, escapando milagrosamente Nasinca y escondiéndose con Pieri en la casa de algún paisano que eran bastante, tres días duraron escondidos, hasta lograr escapar de la ciudad con destino a Trinidad por la vía de Río Caribe rumbo a Yaguaraparo.
El mismo día que salió aquel insulto publicado en el periódico, los residentes franceses tomaron partido negando estar de acuerdo con su contenido, por lo que procedieron a poner en circulación una comunicación firmada por ellos y un grupo de venezolanos, que decía:
“Los suscritos, ciudadanos franceses y venezolanos creemos un deber de justicia hacer constar, que nos encontramos satisfechos del proceder y conducta señor general Froilán Caliman, administrador de la aduana marítima de este puerto, quien sin apartarse de la ley…” (P. 57)
Las excusas y el perdón se hacen largas y tediosas ustedes se deben imaginar la enorme preocupación que aquellos hombres sentían en momentos tan tumultuosos.
“Firman las antedichas Protestas y Manifestación entre otros respetables miembros de la Colonia francesa los señores Franceschi & Co. (socio minoritario del Tranvía de Carúpano), Joucla & Ca., Rafalli Hermanos, Agustín Lucca & Ca., Vicentelli O., Vicentelli y Santelli, Federico Benedetti, Andrés Pietri y Juan A. Auberon” (P. 57)
Pasado unos años Pieri y Nasinca interpusieron una demanda por este hecho, por cierto las referencias que se tenían de Nasinca no eran las mejoras, algunos vecinos suyos naturales de Ajaccio (Córcega) no hablaban bien de él.
Las investigaciones llevadas a cabo a raíz del juicio entablado por los corsos determino que el Tranvía, sus depósitos así como las propiedades de Pieri (una docena de casas) no sufrieron ningún daño y que solo podía reclamar por los daños ocasionados a su vieja imprenta.
Pieri Dominique regreso a Carúpano en marzo de 1898, casi tres años después, colocándose nuevamente al frente de la administración de su transporte.
Dos inconvenientes más se suman a los problemas del Tranvía; una fuerte lluvia se llevó un puente y el mismo no pudo trabajar por un tiempo, la administración local se negó a repararlo por lo que el mismo Pieri se vio en la necesidad de vender doce casas suyas para pagar la construcción de uno nuevo. Por cierto estas líneas están acompañadas por una foto del Tranvía pasando un puente, me imagino que por el río Candoroso, no puedo afirmar que sea el que tuvo que construir “mesie” Pieri.
Por cierto en lo personal tengo mis dudas que la foto sea del Tranvía de Carúpano, pero eso debe ser tema de una investigación a parte.
Otra situación sucedida fue cuando el Tranvía tampoco funciono por inconvenientes causados al instalar el acueducto de la ciudad. Alegaba Pieri Dominique que por tres meses del año 1896 no pudo trabajar el Tranvía porque la empresa encargada de instalar el acueducto realizo mal muchas conexiones lo cual inclusive causo la inutilización de uno de los caballos del mismo.
Para colmo, en marzo de 1902, la Revolución Libertadora iniciaba en Oriente una avanzada enorme, desde aquí, los generales levantinos dirigidos por Nicolás Rolando con el apoyo de; Zoilo Vidal, Julio Acosta, los hermanos Ducharne, Santos Dominici, Pedro Vicentini y otros importantes militares penetraron y tomaron Carúpano a sangre y fuego.
En mayo de 1902 el presidente Cipriano Castro envía a Juan Vicente Gómez como jefe del ejército a sofocar la rebelión, es cuando lo hieren en una pierna y en su moral, huyendo derrotado. Para intentar detener el avance revolucionario el general del gobierno en Carúpano, Calixto Escalante ordeno arrancar los rieles, colocar los vagones en forma de barricadas y hospedar las tropas oficiales en los lugares del depósito del Tranvía dejando todo inservible.
Por todo lo explicado Nasica y Pieri Dominique solicitaban ser indemnizados por un monto bastante alto, el árbitro venezolano decidió que debía pagarse a Dominique Bs 170.000 quedando el Concejo Municipal de Carúpano con la concesión del Tranvía, deposito, existencia y del material de explotación, el 12 de mayo de 1903.
Por su parte el mediador francés exigía que se le pagasen 600.000 Bs y no en bonos de la deuda pública como se pretendía, sino en oro que era la costumbre. La reclamación de Nasica fue rechazada al no ser propietario de nada.
La llamada Revolución Libertadora finalizo con la terrible batalla de Ciudad Bolívar donde Nicolás Rolando Monteverde se rinde con todo su estado mayor el 21 de julio de 1903.
El Tranvía no solo fue un melancólico y romántico transporte, fue también usado como defensa y ataque militar de nuestra ciudad marinera y para el recordado año de 1902 finalizó agujereado por las flechas de Cupido y las balas de la revolución.
Gracias por leerme.
Moisés Arrocha González
Nota: En algunas páginas el apellido aparece como Nasica y en otras como Nasinca.
Bibliografía y breve explicación
El tema de las personas atropelladas pueden leerlo con detalles en: Carúpano. Edición Conmemorativa del Tricentenario. Editorial Tamanaco, año 1947. Caracas. J. L. Salcedo Bastardo, Pedro García Lopenza, L. R. Mata Riquezis.
Los problemas de Pieri Dominique y L. Nasica (o Nasinca) forman parte de una extensa argumentación de demandas y hechos históricos que aparecen largamente explicados en la dirección que pueden ver debajo, son de dominio público yo solo procure realizar un apretado resumen https://archive.org/stream/protocolo00fren/protocolo00fren_djvu.txt (Comisión mixta venezolano -francesa y protocolo de 19 de febrero de 1902 dictámenes del árbitro venezolano Caracas '111'. J. M. Herrera Iriogoyen & ca. 1903)
En relación al Tranvía de nuestra ciudad pueden leer un bonito e ilustrado trabajo realizado por: Allen Morrinson titulado, Los Tranvías de Carúpano, Venezuela. El cual fue puesto en línea el 15 de noviembre de 2007. http://www.tramz.com/ve/cp/cps.htm